Cuando esté muerto y no sepan los doctores el porqué, y la curiosidad de mis amigos haga que me seccionen y estudien cada parte, cuando en mi corazón encuentren tu retrato, piensa que un súbito efluvio de amor discurrirá por todos sus sentidos, que, como sobre mí, sobre ellos actuará, y así elevará tu asesinato al nombre de masacre.